El interior de nuestra vagina está recubierta por la microbiota vaginal, o mejor conocida como flora vaginal, que no es más que un conjunto de millones de bacterias, principalmente lactobacilos.

Es importante mantener un equilibrio en la cantidad y tipo de bacterias presentes en la flora vaginal, pues esta nos protege de infecciones por hongos y levaduras. Para mantener tal equilibrio tenemos como aliados a los probióticos, que son microorganismos vivos que nos ayudan a mantener o mejorar las bacterias “buenas”.

Los probióticos se adhieren a la mucosa vaginal ayudando a controlar la población de bacterias y el crecimiento excesivo de hongos. Es decir, nos ayudan a que nuestra flora vaginal se restablezca.

Existen varias razones por las que se produce un desequilibrio en la flora vaginal. Puede ser por el tipo de alimentación que llevamos, algún cambio hormonal, después de un tratamiento con antibióticos e incluso, después de someternos a un tratamiento para aliviar infecciones vaginales con antibióticos o antimicóticos.

Para evitar los desequilibrios en la flora vaginal podemos recurrir a la aplicación de probióticos directamente en la zona íntima. Estos son fáciles de conseguir en las farmacias en forma de cápsulas que se insertan dentro de la vagina. En algunos países existen tampones con probióticos que son geniales para proteger nuestra flora vaginal durante el periodo menstrual, pero lo mejor que podemos hacer es acudir a una revisión ginecológica para que nos orienten y nos den la información y tratamiento adecuados.

Si presentas algunos síntomas de infecciones vaginales (ardor, comezón, mal olor, flujo vaginal irregular), acude a la consulta ginecológica de Fundación Naiset, en donde nuestro médico especialista te atenderá.

¡Cuidemos nuestro cuerpo y nuestra salud!

Fuentes | mx.prvademecum.com